Copenhague - Dinamarca
Malmö - Suecia
Había que hablar de él porque asegura a quien lo atraviesa una experiencia única. No es nada habitual circular en coche -o en tren- sobre el mar abierto en una distancia tan larga -casi ocho kilómetros- y en medio de un paisaje extraordinario.
La obra es en sí misma un espectáculo. Arranca en el lado danés sumergida para facilitar la navegación de los grandes buques. Luego, la autopista emerge en una isla artificial y discurre sobre pilares hasta llegar a Malmö.
¿Pilares? No siempre. Un primer tramo funciona a la manera de un puente colgante. Es el mayor de Europa con una luz de prácticamente 500 metros. Los soportes tienen más de 200 m de altura y fueron traídos, como la mayor parte de los vanos que componen el puente desde Cádiz, donde se fabricaron. El resto de la autopista discurre sobre pilares de baja altura para no entorpecer la navegación aérea.
Cuentan que en sus guerras contra los daneses, los suecos obtuvieron una sorprendente victoria cuando su ejército aprovechó una helada inesperada , atravesó a pie el estrecho que separaba a ambos países y derrotó a sus poderosos enemigos. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y las relaciones entre Suecia y Dinamarca cambiaron mucho y para bien. Ahora el paso a pie entre un país y el otro está abierto durante todo el año, haga frío o calor, es un gran espectáculo y da la oportunidad a quien visita Copenhague o Malmö a alcanzar la ciudad que tiene en frente en menos de veinte minutos.
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